Mis ojos, los suyos.

Teníamos las narices a tan poca distancia que pensé que con un leve movimiento podíamos rozarlas. Pero lo más impresionante eran los ojos.
Mis ojos, los suyos.
Mis ojos en los de él. Sus ojos tenían mi cara dentro.

"Te quiero", me dijo.
Y me dio un beso.

Me rozó los labios. Y lo único que sentí fue una cosquillea en la panza.

"Mein Liebe"

Ultimamente él ha estado corriendo por mis sueños y me esta volviendo loca, tal parece. Él es todo lo que tengo, lo que más me importa. Conmigo lo quiero siempre.
Razones estúpidas que deberían ser ignoradas son las que lo detienen a creer, a confiar, a amar. Y solo yo, como él dice, puedo hacerle saber que con él siempre estaré.